Lucas, J.R.: justificació pragmàtica de la inducció 2/es
De Wikisofia
< Recurs:Lucas, J.R.: justificació pragmàtica de la inducció 2
El argumento tiene dos partes. En primer lugar que es racional intentar hacer inferencias inductivas de alguna clase, y en segundo lugar que las inferencias inductivas tal como las hacemos en la actualidad son la manera más racional de llevar a cabo este intento.
Es racional intentar hacer y hacer de hecho inferencias inductivas. Porque, si intentamos hacerlas, podemos tener éxito; y si no intentamos hacerlas, fracasamos a ciencia cierta. Para poner el ejemplo de las predicciones: si hacemos predicciones, en el peor de los casos pueden resultar falsas; si no las hacemos, es imposible que sean verdaderas ni en el mejor de los casos. Pero debemos querer hacer predicciones. Situados como estamos, con el futuro siempre amenazador y siempre desconocido, no puede ser una desventaja conocerlo de antemano, y hasta puede resultar provechoso. De hecho, incluso para estar en disposición de actuar, debo ser capaz de predecir el resultado de mis acciones. Ni podríamos dar un paso sobre el suelo si no fuéramos antes capaces de predecir que el suelo permanece firme. Por tanto, debemos intentar hacer predicciones.
Si intentamos predecir el futuro, de lo único de que disponemos es del pasado; o, para decirlo de otro modo, si queremos conocer algo que todavía no conocemos, el único medio de que disponemos es aquello que ya conocemos. La cuestión es cómo usar este medio. ¿Vamos a dar por supuesto que el futuro será como el pasado, lo desconocido igual que lo conocido, o vamos a suponer que van a ser diferentes? ¿Sucederán las cosas igual como han sucedido hasta el presente o van a ser de otra manera? Ambos términos de la alternativa son lógicamente posibles, pero sólo uno de ellos puede ser un supuesto operativo. Porque, mientras que el supuesto de que las cosas van a suceder de la misma manera en que han sucedido hasta el presente nos capacita, en conjunción con el conocimiento de cómo han sucedido en realidad hasta ahora, para decir cómo van a ser en el futuro, el supuesto de que las cosas van a ser de distinta manera de lo que han sido hasta ahora no nos capacita para decir nada. Puesto que, si bien es verdad que sólo hay una sola manera de ser de la misma manera, hay muchas distintas maneras de ser de distinta manera y, en este caso, no hay razón alguna de escoger una de ellas con preferencia a otra. Decir que una persona no se parece a otra es decir de ella mucho menos que decir que es igual que otra; y de manera similar, decir que el futuro será diferente al pasado es decir muy poco acerca de él y decir, asimismo, muy poco para orientarnos en nuestras predicciones. La única suposición que nos va a capacitar el uso de la única prueba de que disponemos es la que se decide por la similitud. Sólo ésta es suficientemente definida. Por consiguiente, si tenemos que estar en disposición de hacer predicciones sobre el futuro, la única prueba en que podemos fundarnos es el pasado, y la única suposición a que podemos recurrir es que el futuro ha de parecerse al pasado. Y esto es justamente lo que da por supuesto el argumento inductivo.