Accions

Recurs

Diferència entre revisions de la pàgina «Mill, John S.: la llibertat civil»

De Wikisofia

(adding es)
Línia 1: Línia 1:
 +
{{TextOriginal|es}}
 +
la libertad civil
 +
 +
El objeto de este ensayo es el de proclamar un principio muy sencillo encaminado a regir de modo absoluto la conducta de la sociedad en relación con el individuo, en todo aquello que suponga imposición o control, bien se aplique la fuerza física, en forma de penas legales, o la coacción moral de la opinión pública. Tal principio es el siguiente: el único objeto que autoriza a los hombres, individual o colectivamente, a turbar la libertad de acción de cualquiera de sus semejantes, es la propia defensa; la única razón legítima para usar de la fuerza contra un miembro de una comunidad civilizada es la de impedirles perjudicar a otros; pero el bien de este individuo, sea físico, sea moral, no es razón suficiente. Ningún hombre puede, en buena lid, ser obligado a actuar o a abstenerse de hacerlo, porque de esa actuación o abstención haya de derivarse un bien para él, porque ello le ha de hacer más dichoso, o porque, en opinión de los demás, hacerlo sea prudente o justo. Estas son buenas razones para discutir con él, para convencerle o para suplicarle, pero no para obligarle a causarle daño alguno si obra de modo diferente a nuestros deseos. Para que esta coacción fuese justificable, sería necesario que la conducta de este hombre tuviese por objeto el perjuicio de otro. Para aquello que no le atañe más que a él, su independencia es, de hecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y su espíritu, el individuo es soberano.
 +
{{TextOriginalSeparador|dev}}
 
{{RecursWiki|Tipus=Extractes d'obres}}{{RecursBase|Nom=Mill, John S.: la llibertat civil|Idioma=Español}}
 
{{RecursWiki|Tipus=Extractes d'obres}}{{RecursBase|Nom=Mill, John S.: la llibertat civil|Idioma=Español}}
 
la llibertat civil
 
la llibertat civil

Revisió del 22:44, 14 set 2016

Text original editat en castellà.


la libertad civil

El objeto de este ensayo es el de proclamar un principio muy sencillo encaminado a regir de modo absoluto la conducta de la sociedad en relación con el individuo, en todo aquello que suponga imposición o control, bien se aplique la fuerza física, en forma de penas legales, o la coacción moral de la opinión pública. Tal principio es el siguiente: el único objeto que autoriza a los hombres, individual o colectivamente, a turbar la libertad de acción de cualquiera de sus semejantes, es la propia defensa; la única razón legítima para usar de la fuerza contra un miembro de una comunidad civilizada es la de impedirles perjudicar a otros; pero el bien de este individuo, sea físico, sea moral, no es razón suficiente. Ningún hombre puede, en buena lid, ser obligado a actuar o a abstenerse de hacerlo, porque de esa actuación o abstención haya de derivarse un bien para él, porque ello le ha de hacer más dichoso, o porque, en opinión de los demás, hacerlo sea prudente o justo. Estas son buenas razones para discutir con él, para convencerle o para suplicarle, pero no para obligarle a causarle daño alguno si obra de modo diferente a nuestros deseos. Para que esta coacción fuese justificable, sería necesario que la conducta de este hombre tuviese por objeto el perjuicio de otro. Para aquello que no le atañe más que a él, su independencia es, de hecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y su espíritu, el individuo es soberano.


Text traduït al català (Traducció automàtica pendent de revisió).


la llibertat civil

L'objecte d'aquest assaig és el de proclamar un principi molt senzill encaminat a regir de manera absoluta la conducta de la societat en relació amb l'individu, en tot allò que suposi imposició o control, bé s'apliqui la força física, en forma de penes legals, o la coacció moral de l'opinió pública. Tal principi és el següent: l'únic objecte que autoritza als homes, individual o col·lectivament, a torbar la llibertat d'acció de qualsevol dels seus semblants, és la pròpia defensa; l'única raó legítima per usar de la força contra un membre d'una comunitat civilitzada és la d'impedir-los perjudicar a uns altres; però el bé d'aquest individu, sigui físic, sigui moral, no és raó suficient. Cap home pot, a dreta llei, ser obligat a actuar o a abstenir-se de fer-ho, perquè d'aquesta actuació o abstenció ha de derivar-se un bé per a ell, perquè això li ha de fer més joiós, o perquè, en opinió dels altres, fer-ho sigui prudent o just. Aquestes són bones raons per discutir amb ell, per convèncer-li o per suplicar-li, però no per obligar-li a causar-li danyo algun si obra de manera diferent als nostres desitjos. Perquè aquesta coacció fos justificable, seria necessari que la conducta d'aquest home tingués per objecte el perjudici d'un altre. Per a allò que no li concerneix més que a ell, la seva independència és, de fet, absoluta. Sobre si mateix, sobre el seu cos i el seu esperit, l'individu és sobirà.

Sobre la libertad. El utilitarismo, Orbis, Barcelona 1984, p. 32.

Original en castellà

la libertad civil

El objeto de este ensayo es el de proclamar un principio muy sencillo encaminado a regir de modo absoluto la conducta de la sociedad en relación con el individuo, en todo aquello que suponga imposición o control, bien se aplique la fuerza física, en forma de penas legales, o la coacción moral de la opinión pública. Tal principio es el siguiente: el único objeto que autoriza a los hombres, individual o colectivamente, a turbar la libertad de acción de cualquiera de sus semejantes, es la propia defensa; la única razón legítima para usar de la fuerza contra un miembro de una comunidad civilizada es la de impedirles perjudicar a otros; pero el bien de este individuo, sea físico, sea moral, no es razón suficiente. Ningún hombre puede, en buena lid, ser obligado a actuar o a abstenerse de hacerlo, porque de esa actuación o abstención haya de derivarse un bien para él, porque ello le ha de hacer más dichoso, o porque, en opinión de los demás, hacerlo sea prudente o justo. Estas son buenas razones para discutir con él, para convencerle o para suplicarle, pero no para obligarle a causarle daño alguno si obra de modo diferente a nuestros deseos. Para que esta coacción fuese justificable, sería necesario que la conducta de este hombre tuviese por objeto el perjuicio de otro. Para aquello que no le atañe más que a él, su independencia es, de hecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y su espíritu, el individuo es soberano.