Kant: insociable sociabilitat
De Wikisofia
Text original editat en castellà.
Entiendo en este caso por antagonismo la insociable sociabilidad de los hombres, es decir, su inclinación a formar sociedad que, sin embargo, va unida a una resistencia constante que amenaza perpetuamente con disolverla. Esta disposición reside, a las claras, en la naturaleza del hombre. El hombre tiene una inclinación a entrar en sociedad; porque en tal estado se siente más como hombre, es decir, que siente el desarrollo de sus disposiciones naturales. Pero también tiene una gran tendencia a aislarse; porque tropieza en sí mismo con la cualidad insocial que le lleva a querer disponer de todo según le place y espera, naturalmente, encontrar resistencia por todas partes, por lo mismo que sabe hallarse propenso a prestársela a los demás.
Text traduït al català (Traducció automàtica pendent de revisió).
Entenc en aquest cas per antagonisme la insociable sociabilitat dels homes, és a dir, la seva inclinació a formar societat que, no obstant això, va unida a una resistència constant que amenaça perpètuament amb dissoldre-la. Aquesta disposició resideix, a les clares, en la naturalesa de l'home. L'home té una inclinació a entrar en societat; perquè en tal estat se sent més com a home, és a dir, que sent el desenvolupament de les seves disposicions naturals. Però també té una gran tendència a aïllar-se; perquè ensopega en si mateix amb la qualitat insocial que el porta a voler disposar de tot segons li plau i espera, naturalment, trobar resistència pertot arreu, pel mateix que sap trobar-se propens a prestar-la-hi als altres.
Idea de una historia universal en sentido cosmopolita (en Filosofía de la historia, FCE, México 1978, p. 46-47). |
Original en castellà
Entiendo en este caso por antagonismo la insociable sociabilidad de los hombres, es decir, su inclinación a formar sociedad que, sin embargo, va unida a una resistencia constante que amenaza perpetuamente con disolverla. Esta disposición reside, a las claras, en la naturaleza del hombre. El hombre tiene una inclinación a entrar en sociedad; porque en tal estado se siente más como hombre, es decir, que siente el desarrollo de sus disposiciones naturales. Pero también tiene una gran tendencia a aislarse; porque tropieza en sí mismo con la cualidad insocial que le lleva a querer disponer de todo según le place y espera, naturalmente, encontrar resistencia por todas partes, por lo mismo que sabe hallarse propenso a prestársela a los demás.