Agustí d'Hipona: la veritat ontològica
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Text original editat en castellà.
No quieras derramarte fuera; entra dentro de ti mismo, porque en el hombre interior reside la verdad; y si hallares que tu naturaleza es mudable, trasciéndete a ti mismo, mas no olvides que, al remontarte sobre las cimas de tu ser, te elevas sobre tu alma dotada de razón. Encamina, pues, tus pasos allí donde la luz de la razón se enciende. Pues, ¿adónde arriba todo buen pensador sino a la verdad? La cual no se descubre a sí misma durante el discurso, sino es más bien la meta de toda dialéctica racional. Mírala como la armonía superior posible y vive en conformidad con ella. Confiesa que tú no eres la verdad, pues ella no se busca a sí misma, mientras tú le diste alcance por la investigación, no recorriendo espacios, sino con el afecto espiritual, a fin de que el hombre interior concuerde con su huésped. [...] Tales verdades no son producto del raciocinio, sino hallazgo suyo. Luego antes de ser halladas permanecen en sí mismas.
Text traduït al català (Traducció automàtica pendent de revisió).
No vulguis vessar-te fos; entra dins de tu mateix, perquè en l'home interior resideix la veritat; i si trobessis que la teva naturalesa és mudable, transcendeix-te a tu mateix, mes no oblidis que, en remuntar-te sobre els cims del teu ser, t'eleves sobre la teva ànima dotada de raó. Encamina, doncs, els teus passos allí on la llum de la raó s'encén. Doncs, on a dalt tot bon pensador sinó a la veritat? La qual no es descobreix a si mateixa durant el discurs, sinó és més aviat la meta de tota dialèctica racional. Mira-la com l'harmonia superior possible i viu de conformitat amb ella. Confessa que tu no ets la veritat, doncs ella no es busca a si mateixa, mentre tu li vas donar abast per la investigació, no recorrent espais, sinó amb l'afecte espiritual, a fi que l'home interior concordi amb el seu hoste. [...] Tals veritats no són producte del raciocini, sinó troballa seva. Després abans de ser trobades romanen en si mateixes.
De la veritable religió, cap. 39 (en F. Canals Vidal, Textos de los grandes filósofos. Edat mitjana, Herder, Barcelona 1979, p. 18-19). |
Original en castellà
No quieras derramarte fuera; entra dentro de ti mismo, porque en el hombre interior reside la verdad; y si hallares que tu naturaleza es mudable, trasciéndete a ti mismo, mas no olvides que, al remontarte sobre las cimas de tu ser, te elevas sobre tu alma dotada de razón. Encamina, pues, tus pasos allí donde la luz de la razón se enciende. Pues, ¿adónde arriba todo buen pensador sino a la verdad? La cual no se descubre a sí misma durante el discurso, sino es más bien la meta de toda dialéctica racional. Mírala como la armonía superior posible y vive en conformidad con ella. Confiesa que tú no eres la verdad, pues ella no se busca a sí misma, mientras tú le diste alcance por la investigación, no recorriendo espacios, sino con el afecto espiritual, a fin de que el hombre interior concuerde con su huésped. [...] Tales verdades no son producto del raciocinio, sino hallazgo suyo. Luego antes de ser halladas permanecen en sí mismas.