Recurs:White: la cultura i l'energia

Text original editat en castellà.

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Desde un punto de vista zoológico, la cultura no es más que un medio para mantener el proceso de la vida de una especie particular, Homo sapiens. Es un mecanismo destinado a proveer al hombre con medios de subsistencia, protección, ofensa y defensa, regulación social, ajuste cósmico, y recreación. Pero para satisfacer estas necesidades del hombre se requiere energía. De ahí que la función primordial de la cultura sea la de embridar y dominar la energía a fin de que pueda ser puesta a trabajar al servicio del hombre. La cultura nos enfrenta así con un complicado sistema termodinámico, mecánico. Con ayuda de instrumentos tecnológicos la energía es dominada y puesta a trabajar. .... El funcionamiento de la cultura como un todo halla en consecuencia su base y determinación en la cantidad de energía dominada y el modo en la cual la misma es puesta a trabajar.

Pero «el modo en que es puesta a trabajar» introduce otro factor aparte de la energía. La energía, en sí misma, carece de significado. Para que tenga sentido en los sistemas culturales, la energía debe ser encauzada, dirigida y gobernada. Naturalmente, ello es llevado a cabo con ayuda de medios tecnológicos, por medio de herramientas de una u otra clase. La eficiencia de medios tecnológicos varía; algunos son mejores que otros. La cantidad de alimento, ropas u otros productos obtenidos mediante el consumo de una determinada cantidad de energía, será proporcional a la eficiencia en los medios tecnológicos usados para poner a trabajar la energía, quedando constantes los demás factores.

En cualquier situación o sistema cultural podemos por lo tanto distinguir tres factores:

1)- la cantidad de energía aprovechada anualmente per capita;

2)- la eficiencia de los medios tecnológicos con los cuales la energía es encauzada y puesta a trabajar; y,

3)- la magnitud de la producción de bienes y servicios que satisfacen necesidades humanas. [...]

Si se suponen constantes los demás factores, la cultura evoluciona a medida que aumenta la cantidad de energía aprovechada anualmente per cápita, o a medida que aumenta la eficiencia de los medios instrumentales usados para poner a trabajar la energía.=

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Text traduït al català (Traducció automàtica pendent de revisió).

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Des d'un punt de vista zoològic, la cultura no és més que un mitjà per mantenir el procés de la vida d'una espècie particular, Homo sapiens. És un mecanisme destinat a proveir a l'home amb mitjans de subsistència, protecció, ofensa i defensa, regulació social, ajust còsmic, i recreació. Però per satisfer aquestes necessitats de l'home es requereix energia. Per aquest motiu la funció primordial de la cultura sigui la d'embridar i dominar l'energia a fi que pugui ser posada a treballar al servei de l'home. La cultura ens enfronta així amb un complicat sistema termodinàmic, mecànic. Amb ajuda d'instruments tecnològics l'energia és dominada i posada a treballar. .... El funcionament de la cultura com un tot troba en conseqüència la seva base i determinació en la quantitat d'energia dominada i la manera en la qual la mateixa és posada a treballar.

Però «la manera en què és posada a treballar» introdueix un altre factor a part de l'energia. L'energia, en si mateixa, manca de significat. Perquè tingui sentit en els sistemes culturals, l'energia ha de ser canalitzada, dirigida i governada. Naturalment, això és dut a terme amb ajuda de mitjans tecnològics, per mitjà d'eines d'una o una altra classe. L'eficiència de mitjans tecnològics varia; alguns són millors que uns altres. La quantitat d'aliment, robes o altres productes obtinguts mitjançant el consum d'una determinada quantitat d'energia, serà proporcional a l'eficiència en els mitjans tecnològics usats per posar a treballar l'energia, quedant constants els altres factors.

En qualsevol situació o sistema cultural podem per tant distingir tres factors:

1)- la quantitat d'energia aprofitada anualment per capita;

2)- l'eficiència dels mitjans tecnològics amb els quals l'energia és canalitzada i posada a treballar; i,

3)- la magnitud de la producció de béns i serveis que satisfan necessitats humanes. [...]

Si se suposen constants els altres factors, la cultura evoluciona a mesura que augmenta la quantitat d'energia aprofitada anualment per càpita, o a mesura que augmenta l'eficiència dels mitjans instrumentals usats per posar a treballar l'energia.=

La ciencia de la cultura, Paidós, Buenos Aires 1964, p.340-341.

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Original en castellà

Desde un punto de vista zoológico, la cultura no es más que un medio para mantener el proceso de la vida de una especie particular, Homo sapiens. Es un mecanismo destinado a proveer al hombre con medios de subsistencia, protección, ofensa y defensa, regulación social, ajuste cósmico, y recreación. Pero para satisfacer estas necesidades del hombre se requiere energía. De ahí que la función primordial de la cultura sea la de embridar y dominar la energía a fin de que pueda ser puesta a trabajar al servicio del hombre. La cultura nos enfrenta así con un complicado sistema termodinámico, mecánico. Con ayuda de instrumentos tecnológicos la energía es dominada y puesta a trabajar. .... El funcionamiento de la cultura como un todo halla en consecuencia su base y determinación en la cantidad de energía dominada y el modo en la cual la misma es puesta a trabajar.

Pero «el modo en que es puesta a trabajar» introduce otro factor aparte de la energía. La energía, en sí misma, carece de significado. Para que tenga sentido en los sistemas culturales, la energía debe ser encauzada, dirigida y gobernada. Naturalmente, ello es llevado a cabo con ayuda de medios tecnológicos, por medio de herramientas de una u otra clase. La eficiencia de medios tecnológicos varía; algunos son mejores que otros. La cantidad de alimento, ropas u otros productos obtenidos mediante el consumo de una determinada cantidad de energía, será proporcional a la eficiencia en los medios tecnológicos usados para poner a trabajar la energía, quedando constantes los demás factores.

En cualquier situación o sistema cultural podemos por lo tanto distinguir tres factores:

1)- la cantidad de energía aprovechada anualmente per capita;

2)- la eficiencia de los medios tecnológicos con los cuales la energía es encauzada y puesta a trabajar; y,

3)- la magnitud de la producción de bienes y servicios que satisfacen necesidades humanas. [...]

Si se suponen constantes los demás factores, la cultura evoluciona a medida que aumenta la cantidad de energía aprovechada anualmente per cápita, o a medida que aumenta la eficiencia de los medios instrumentales usados para poner a trabajar la energía.=