Diferència entre revisions de la pàgina «Popper: les hipòtesis científiques no són verificables»
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Revisió del 09:46, 17 set 2016
Text original editat en castellà.
El criterio de demarcación inherente a la lógica intuitiva -esto es, el dogma positivista del significado o sentido [en inglés meaning]- equivale a exigir que todos los enunciados de la ciencia empírica (o, todos los enunciados «con sentido») sean susceptibles de una decisión definitiva con respecto a su verdad y a su falsedad; podemos decir que tienen que ser «decidibles de modo concluyente». Esto quiere decir que han de tener una forma tal que sea lógicamente posible tanto verificarlos como falsarlos. Así, dice Schlick: « ... un auténtico enunciado tiene que ser susceptible de verificación concluyente»; y Waismann escribe, aún con mayor claridad: «Si no es posible determinar si un enunciado es verdadero, entonces carece enteramente de sentido: pues el sentido de un enunciado es el método de su verificación».
Ahora bien; en mi opinión, no existe nada que pueda llamarse inducción. Por tanto, será lógicamente inadmisible la inferencia de teorías a partir de enunciados singulares que estén «verificados por la experiencia» (cualquiera que sea lo que esto quiera decir). Así pues, las teorías no son nunca verificables empíricamente. Si queremos evitar el error positivista de que nuestro criterio de demarcación elimine los sistemas teóricos de la ciencia natural, debemos elegir un criterio que nos permita elegir en el dominio de la ciencia empírica incluso enunciados que no puedan verificarse.
Pero, ciertamente, sólo admitiré un sistema entre los científicos o empíricos si es susceptible de ser contrastado por la experiencia. Estas consideraciones nos sugieren que el criterio de demarcación que hemos de adoptar no es el de verificabilidad, sino el de la falsabilidad de los sistemas. Dicho de otro modo: no exigiré que un sistema científico pueda ser seleccionado, de una vez para siempre, en un sentido positivo; pero sí que sea susceptible de selección en un sentido negativo por medio de contrastes o pruebas empíricas: ha de ser posible refutar por la experiencia un sistema científico empírico.
Text traduït al català (Traducció automàtica pendent de revisió).
El criteri de demarcació inherent a la lògica intuïtiva -això és, el dogma positivista del significat o sentit [en anglès meaning]- equival a exigir que tots els enunciats de la ciència empírica (o, tots els enunciats «amb sentit») siguin susceptibles d'una decisió definitiva pel que fa a la seva veritat i a la seva falsedat; podem dir que han de ser «decidibles de manera concloent». Això vol dir que han de tenir una forma tal que sigui lògicament possible tant verificar-los com falsarlos. Així, diu Schlick: « ... un autèntic enunciat ha de ser susceptible de verificació concloent»; i Waismann escriu, encara amb major claredat: «Si no és possible determinar si un enunciat és veritable, llavors manca enterament de sentit: doncs el sentit d'un enunciat és el mètode de la seva verificació».
Ara bé; al meu entendre, no existeix res que pugui anomenar-se inducció. Per tant, serà lògicament inadmissible la inferència de teories a partir d'enunciats singulars que estiguin «verificats per l'experiència» (qualsevol que sigui el que això vulgui dir). Així doncs, les teories no són mai verificables empíricament. Si volem evitar l'error positivista que el nostre criteri de demarcació elimini els sistemes teòrics de la ciència natural, hem de triar un criteri que ens permeti triar en el domini de la ciència empírica fins i tot enunciats que no puguin verificar-se.
Però, certament, només admetré un sistema entre els científics o empírics si és susceptible de ser contrastat per l'experiència. Aquestes consideracions ens suggereixen que el criteri de demarcació que hem d'adoptar no és el de verificabilitat, sinó el de la falsabilitat dels sistemes. Dit d'una altra manera: no exigiré que un sistema científic pugui ser seleccionat, una vegada per sempre, en un sentit positiu; però sí que sigui susceptible de selecció en un sentit negatiu per mitjà de contrastos o proves empíriques: ha de ser possible refutar per l'experiència un sistema científic empíric.
La lógica de la investigación científica, Tecnos, Madrid 1977, p. 39-40. |
Original en castellà
El criterio de demarcación inherente a la lógica intuitiva –esto es, el dogma positivista del significado o sentido [en inglés meaning]– equivale a exigir que todos los enunciados de la ciencia empírica (o, todos los enunciados «con sentido») sean susceptibles de una decisión definitiva con respecto a su verdad y a su falsedad; podemos decir que tienen que ser «decidibles de modo concluyente». Esto quiere decir que han de tener una forma tal que sea lógicamente posible tanto verificarlos como falsarlos. Así, dice Schlick: « ... un auténtico enunciado tiene que ser susceptible de verificación concluyente»; y Waismann escribe, aún con mayor claridad: «Si no es posible determinar si un enunciado es verdadero, entonces carece enteramente de sentido: pues el sentido de un enunciado es el método de su verificación».
Ahora bien; en mi opinión, no existe nada que pueda llamarse inducción. Por tanto, será lógicamente inadmisible la inferencia de teorías a partir de enunciados singulares que estén «verificados por la experiencia» (cualquiera que sea lo que esto quiera decir). Así pues, las teorías no son nunca verificables empíricamente. Si queremos evitar el error positivista de que nuestro criterio de demarcación elimine los sistemas teóricos de la ciencia natural, debemos elegir un criterio que nos permita elegir en el dominio de la ciencia empírica incluso enunciados que no puedan verificarse.
Pero, ciertamente, sólo admitiré un sistema entre los científicos o empíricos si es susceptible de ser contrastado por la experiencia. Estas consideraciones nos sugieren que el criterio de demarcación que hemos de adoptar no es el de verificabilidad, sino el de la falsabilidad de los sistemas. Dicho de otro modo: no exigiré que un sistema científico pueda ser seleccionado, de una vez para siempre, en un sentido positivo; pero sí que sea susceptible de selección en un sentido negativo por medio de contrastes o pruebas empíricas: ha de ser posible refutar por la experiencia un sistema científico empírico.